
Un largometraje de suspenso que promete más de lo que cumple. Dirigida por James Watkins y protagonizada por Daniel Radcliffe, es un film de época en la que un jóven abogado (Radcliffe), viudo y con un pequeño hijo, debe preparar la venta de una casa en donde han sucedido cosas extrañas, siendo lo más significativo que cuando alguien ve a la 'mujer de negro' en esa casa, los niños pequeños del poblado empiezan a desaparecer y morir.
Sinceramente fui a verla con bastas e
xpectativas. De principio sabía que iba a ver un suspenso, no una película de terror, algo que muchos no entendieron. Es decir, yo sabía que no iba a ver una nueva 'El Grito' ni mucho menos un 'Juego del miedo'; sabía que iba a ver algo más parecido a una 'Señales' (en carácter de suspenso, no terror. No sea bruto.). Sin embargo, como decimos por aquí, no fue "ni chicha ni limonada". Quiero decir, es quizás la película más pretenciosa que he visto en el año.
Teniedo un grave problema de identidad de género, queriendo asustar al público con tomas sorpresa, sincronizados con ruidos fuertes y sombras misteriosas apareciendo a cada rato. Incluso, el final es demasiado previsible. Lenta, aburrida, simple, previsible pero por sobre todo, pretenciosa.
La actuación forzada de Radcliffe (por no decir mala) como Arthur Kipps, entorpece el desarrollo del film desde mi perspectiva. Claro que no todo es tan negro como la vestimenta
de la dama, también hubieron cosas que me gustaron. Por ejemplo la genialidad actoral de Roger Allam en el papel del senor Bentley. Realmente le da el carácter que le hace falta a la trama.
Así también, la puesta escena es muy detallada y cuidada. La dirección de arte realmente se la jugó. Las vestimentas, los escenarios, todo muy bien armado. Incluso, se complementaba muy bien con la fotografía y las puestas de luces. A mí realmente me gustaron las escenas en las que las velas eran las únicas fuentes lumínicas, porque realizar puestas de luces de ese tipo es difícil. Quedaron bien y hacían fuerte la presencia de la estética de época. En ese sentido, la película gana puntos. No así sonoramente ni con respecto a los efectos especiales.
Musicalmente deja demasiado que desear. Y los efectos especiales parecen de los años 80'. Realmente me decepcionó. Le voy a regalar un punto porque hubo un muñeco a cuerda de un mono con maracas que me hizo reír muchísimo.
Siendo de este modo, del 0 al 9, le doy un regalado 3.
Sinceramente fui a verla con bastas e

Teniedo un grave problema de identidad de género, queriendo asustar al público con tomas sorpresa, sincronizados con ruidos fuertes y sombras misteriosas apareciendo a cada rato. Incluso, el final es demasiado previsible. Lenta, aburrida, simple, previsible pero por sobre todo, pretenciosa.
La actuación forzada de Radcliffe (por no decir mala) como Arthur Kipps, entorpece el desarrollo del film desde mi perspectiva. Claro que no todo es tan negro como la vestimenta

Así también, la puesta escena es muy detallada y cuidada. La dirección de arte realmente se la jugó. Las vestimentas, los escenarios, todo muy bien armado. Incluso, se complementaba muy bien con la fotografía y las puestas de luces. A mí realmente me gustaron las escenas en las que las velas eran las únicas fuentes lumínicas, porque realizar puestas de luces de ese tipo es difícil. Quedaron bien y hacían fuerte la presencia de la estética de época. En ese sentido, la película gana puntos. No así sonoramente ni con respecto a los efectos especiales.
Musicalmente deja demasiado que desear. Y los efectos especiales parecen de los años 80'. Realmente me decepcionó. Le voy a regalar un punto porque hubo un muñeco a cuerda de un mono con maracas que me hizo reír muchísimo.
Siendo de este modo, del 0 al 9, le doy un regalado 3.